domingo, 26 de junio de 2016

ING. ANGEL MANERO EN NOTA DE "SEMANA ECONÓMICA" ANALIZANDO EL IMPACTO DE "LA NIÑA" EN EL AGRO.


La Niña: ¿qué impacto tendría sobre la agricultura?
La Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos, el Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen) y el Ministerio de Agricultura (Minagri) ya han adelantado que es probable el arribo del fenómeno de La Niña en los próximos meses de este año. Para el Minagri, La Niña llegaría entre setiembre y octubre.

El fenómeno de La Niña, a diferencia de El Niño, es una onda de agua fría que genera temperaturas bajas, especialmente en las zonas altoandinas. ¿Qué efectos podría tener sobre la agricultura nacional?
SIN PELIGRO PARA LA COSTA

La reducción en dos grados centígrados de la temperatura del agua “no va a afectar a los cultivos de la costa”, indica Ángel Manero, consultor de Agronegocios. “Ahora la costa tiene menos desiertos, tiene más vegetación y más población. Estas condiciones hacen a los cultivos más resistentes a las variaciones en el agua del mar”, sostiene.
Los cultivos sin afectar incluyen a los espárragos, la palta, los cítricos, los mangos, las uvas y los ajíes. Incluso, “un ligero descenso en la temperatura favorece la floración en estos casos”, sostiene Manero. Jorge Alvarado, gerente de riesgos de Agrobanco, coincide: “Los cultivos que no van a tener problemas son la palta, la vid, los manzanos, la quinua costera, y los espárragos. Su sembranza se puede aclimatar al frío, si es que éste llega”, señala.
Los cultivos que sí podrían verse afectados son el maíz, la caña de azúcar, el limón, el banano y la papa costera, según Alvarado. Sin embargo, el gerente indica que ya se han establecido mecanismos de mitigación. “Según la intensidad de La Niña vemos cómo afecta el periodo de la cosecha y se incluye en los plazos”. Los mecanismos de mitigación pueden ser estimulantes hormonales. “Por ejemplo, la uva se puede colorear mucho más y deja de ser atractivo para el mercado, pero con tratamientos puedes retener esto y extraer un buen producto”, explica. Alvarado sostiene que La Niña podría significar un mayor gasto, pero que dadas las condiciones de rentabilidad de las exportaciones, el mayor gasto se toma dentro del costo.

Incluso, la fruta de mesa podría verse beneficiada porque la reducción en la temperatura significaría una menor presencia de enfermedades. “La baja temperatura significa una menor humedad ambiental en la costa, por lo que se podría reducir el oídio, que ocurre en la uva de mesa”, sostiene Carlos Gana, subgerente de estudios de Anasac, una agroindustrial chilena.
MÁS FRIO Y MENOS LLUVIA

La Niña sí generaría condiciones adversas al agro en la sierra, de acuerdo a los especialistas consultados, y al mismo ministro de Agricultura, Juan Benites. “En la costa nos tocará un invierno como el que no tenemos hace algunos años, lo cual no vendrá mal, pero nos complica en la parte alta [andina] porque generará nevadas extremas y granizada”, expresó Benites al abordar los impactos de este fenómeno climático.
Aparte de la reducción en la temperatura, “La Niña también generará menos lluvias en la sierra y podría impactar a la quinua y el trigo”, señala Manero. Sin embargo, el consultor remarca que las previsiones que se tendrían que tomar frente a La Niña ya se tienen que tomar de manera permanente. “Se está volviendo cada vez más inviable hacer agricultura sólo con lluvias. El agua tiene que estar segura”, sostiene.


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